Proclamación de la Buena
Nueva
16 Fueron
a toda prisa y encontraron a María y a José, y al niño recostado en el pesebre.
17 Al verlo, les comunicaron las
palabras que les habían dicho acerca de aquel niño. 18 Todos los que lo oyeron quedaron sorprendidos
de lo que decían los pastores.
19
María, por su parte, conservaba el recuerdo de todo esto, meditándolo en su
interior.
20
Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían
visto y oído; tal y como les habían dicho.
21
Al cumplirse los ocho días, cuando tocaba circuncidar al niño, le pusieron de
nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
Palabra del Señor
María
Madre de Dios
Hoy celebramos a María
Madre de Dios. Pero qué quiere decirnos el evangelio y la tradición de la
Iglesia al afirmar que una mujer es madre de Dios. Sabemos que este ha sido un
debate en la Iglesia que tomo muchos años para ser promulgarlo como dogma y que
al principio fue mal entendido. En el concilio de Calcedonia en 451 fue
matizado diciendo que María era la madre de Dios en cuanto humanidad, pero San
Agustín nos dice que María fue madre de Dios no por su relación biológica, sino
por haber aceptado el proyecto de Dios[1].
Jesús mismo nos aclara en el evangelio cuando dice que su Madre y sus hermanos
son aquellos que hacen la voluntad de Dios.[2]
Es decir, que María es la madre del hijo de Dios no por méritos propios,
tampoco por su virginidad, sino porque dice si al proyecto de Dios. En todo
caso Dios es quien tiene la Iniciativa y ella da un Si. Muchas veces la Iglesia
y los cristianos nos olvidamos de esto y por ello tenemos una imagen de María
superior y casi diosa. Pero el evangelio no pone ningún adorno a María,
únicamente nos habla de su pobreza, de su fe en las promesas del señor (como en
el Magníficat Lucas 1, 46-55) y su disposición de ser servidora del Señor.
El relato de Lucas, el evangelio de los
pobres
Hoy,
el evangelista nos propone a estas figuras poco tomadas en cuenta en la
sociedad del siglo primero, los pastores. Muchos dicen que los pastores no eran
bien vistos por considerarles pecadores, ignorantes, ladrones e incapaces de
cumplir con las leyes judías. Otros dicen que eran gente muy humilde y sencilla
(¿No sucede a veces entre nosotros que pensamos que los pobres por ser pobres
también son pecadores? ¿No hemos escuchado decir a otros o nosotros mismos que
son los pobres los que tienen más vicios, son los ignorantes? Pues bien que tal
si tomamos este relato en el cual Dios trae buenas noticias a estos pecadores,
no a los religiosos y sacerdotes, no a los sabios y entendidos, sino a los más
pequeños). A esos pastores se les presenta una buena noticia, los Ángeles les
dicen que el Mesías esperado ha nacido y les dan una señal. Ellos corren y
encuentran al niño en el pesebre.
Los
pastores, mal pagados, desvelados, poco valorados y a veces repudiados reciben
la buena noticia. Lucas continúa con este tema. Primero María, pobre, joven y
sin mucha pinta de ser alguien importante recibe la buena noticia. Hoy estos pastores
están atentos al mensaje de Dios y se dirigen a adorar al Mesías. Los pastores
se ven en esta escena a ellos mismos como parte de esta familia. María, la
madre; a José, el padre del niño; y al recién nacido aún sin nombre, a uno que
se identifica con su dolor. A ese niño indefenso que necesita los cuidados de
su madre y su padre. Ven al niño como uno de ellos, pobre. Ven en ese niño la
esperanza de la liberación. Comprenden el proyecto de Dios y animados van y lo
cuentan todo en el vecindario.
Todos quedaban sorprendidos
Al
oírlos todos quedaban sorprendidos delas palabras de los pastores. No sabemos
si creyeron o no. Lo más probable es que no todos pudieron dar crédito a las
palabras de los pobres pastores. Tampoco sabemos quienes eran “todos”, probablemente
solo la gente del vecindario pero en relación con el testimonio de Jesús y de
las primeras comunidades también no todos creyeron; como lo dice el evangelio
de Juan, vino a los suyos y no lo recibieron. Los pastores habían visto nacido
al mesías. Pero no el mesías que Israel esperaba. El mesías que el pueblo judío
espera era uno que había de nacer en el palacio, de una doncella bien maquillada
y alimentada. Pero aquí ellos habían visto nacer a uno diferente, el mesías era
uno de ellos mismos, uno como ellos, pobre y marginado. El mesías que trae la
liberación viene desde abajo, no desde el poder sino de una familia pobre.
Quizá por ello muchos se quedaban sorprendidos, no esperan tan anuncio, no
esperaban tal acontecimiento, no esperaban que Dios se naciera tan pobre.
María guardaba todo en su corazón
También
para ella fue algo difícil de digerir, al contrario de lo que la tradición dice
de María como clarividente y que todo lo sabía al aceptar el proyecto de Dios,
el evangelio hoy nos dice que ella
meditaba, reflexionaba las cosas que no comprendía. Especialmente que
ese Dios liberador haya puesto su mirada en su pobreza. También le tomo muchos
años entender su papel en la historia de Salvación, su hijo crecería con ideas
de liberación y como madre también
sintió miedo y angustia. Especialmente a la hora de la persecución y
crucifixión de su hijo.
También
ella aprendió a ser madre, ella tenía que lidiar con todos los cuidados de un
recién nacido: lavar los pañales, alimentarlo, limpiarlo, arrullarlo, etc.
María también hubo de sentir frustración en algún momento, cuidar a un ser
indefenso que cada que necesita algo llora, María también se cansaba como
madre. Pero como madre, amaba y daba la vida por su hijo.
Conforme
el niño fue creciendo también enfrentó las mismas dificultades de toda madre cuando sus hijos
están en la adolescencia. Pero lo más difícil hubo de haber sido el momento de
la maduración de la misión de la misión de su hijo. Cuando su hijo se descubre
llamado por el Padre a ser el liberador del pueblo. Cuando Jesús deja su casa
para anunciar la buena noticia del Reino. Ella le acompañó como testifica el
evangelio, pero aún encontraba a su hijo tan radical que no podía entender
todo. Por esa razón guardaba todo en su corazón.
Para la reflexión
Los pobres son los depositarios de
las buenas nuevas, María, José, los Pastores ¿De que forma en nuestra realidad
los pobres nos hablan del Reino de Dios? ¿Estamos atentos a escuchar su noticia
o solo nos sorprendemos? ¿Dónde buscamos a Dios, en la pobreza o en el templo?
¿Cual es nuestra imagen de María,
una reina o una mujer del pueblo?
María es madre de Jesús, madre de
Dios y madre de los cristianos ¿De que forma María es un ejemplo para los
cristianos? ¿Qué cosas concretas aprendemos y podemos aplicar de su testimonio
fiel fe en la liberación?
Letanía del pueblo
Inmigrante
Santa Madre de Dios.
Señora que acogiste al
Espíritu Santo.
Señora de todos los
caminos.
Señora de todas las razas.
Señora de todos los
idiomas,
Consuelo de todas las familias.
Esperanza de todos los
países.
Reina de los continentes.
Virgen servidora y fiel.
Virgen humilde y pobre
como nosotros.
Santuario del que es la
Vida.
Refugio en la salida y en
el regreso.
Señora de los migrantes.
Madre de los caminantes y
peregrinos.
Madre de los
discriminados.
Madre de los perseguidos.
Madre de los refugiados y
deportados.
Madre de los extranjeros.
Madre de los indígenas.
Madre de los
indocumentados.
Madre de los niños
abandonados.
Madre de los esclavizados.
Madre de los encadenados a
los vicios.
Madre de los que no tienen
casa.
Madre de los enfermos y
dolientes.
Madre de los que viven en
soledad.
Madre de los que viven sin
esperanza.
Madre de los
discapacitados.
Reina de los que trabajan
por la paz.
Reina de los que luchan
por la justicia.
Reina de los que ayudan a
su prójimo.
Reina de los
misericordiosos.
Reina de los que defienden
la vida.
Reina de los que defienden
a los migrantes.
Amilcar Valencia
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