Proclamación de la Buena Nueva
14 Después que entregaron a Juan llegó Jesús a Galilea
y se puso a proclamar la buena noticia de parte de Dios. 15 Decía:
- Se ha cumplido el plazo, está cerca el reinado de Dios. Enmendaos y
tened fe en esta
buena noticia.
16 Yendo de paso
junto al mar de Galilea vio a cierto Simón y a Andrés, el hermano de Simón, que
echaban redes de mano en el mar, pues eran pescadores. 17 Jesús les dijo:
- Veníos detrás de mí y os haré pescadores de
hombres.
18 Inmediatamente
dejaron las redes y lo siguieron.
19 Un poco más adelante
vio a Santiago el de Zebedeo y a Juan, su hermano, que estaban en la barca
poniendo a punto las redes, 20 e inmediatamente los llamó. Dejaron a su padre Zebedeo en la barca con
los asalariados y se marcharon tras él.
Palabra del Señor
Introducción
Estamos
en el tercer domingo del tiempo ordinario, ciclo B, que corresponde al
evangelio de Marcos (Mc). El texto para este domingo esta relacionado con el
del domingo anterior pero con la diferencia que era del evangelio de Juan. Marcos
nos ofrece este breve relato del inicio de la vida pública de Jesús sin muchos
detalles. Nos relata de cómo el campesino de Nazaret se lanza a esta difícil pero
necesaria empresa: predicar el reinado
de Dios. Para ello también necesitó de un grupo de seguidores, a los cuáles
hace pescadores de hombres. Así, según Marcos, inicia Jesús su ministerio.
El Encuentro entre Jesús y el Bautista
El
evangelio de Marcos no parte de ningún presupuesto sobre la divinidad de Jesús,
por ello no hace mención alguna de la infancia de Jesús. La identidad de Jesús será
revelada poco a poco en su ministerio y su divinidad hasta el final del
evangelio. Con ello pretende presentarnos a un Jesús totalmente humano, un
hombre común y corriente. En el evangelio de Mc, Jesús aparece con motivo del
testimonio del Bautista. Es decir que, Jesús fue atraído desde Nazaret (un
pueblo pobre en Galilea) debido a la voz del profeta. Juan era un hombre que
atraía a la gente, que hablaba con determinación y denunciaba el mal. Muchos se
habían convencido que era una oportunidad liberarse del dominio romano. Por ello
muchos viajaron hasta el Jordán para escuchar al profeta y bautizarse. Así fue
como Jesús se encuentra con Juan. Jesús, como la gente que acudió al Jordán, debió quedar fascinado por el testimonio de
aquel hombre que hacía el trabajo de Dios. Se hizo bautizar por Juan. Marcos
nos dice que después de eso Jesús fue empujado por el Espíritu Santo al
desierto (Ver. 12-13)
Después que entregaron a Juan (ver. 14)
El
profeta llamaba a todos a arrepentirse, su mensaje era fuerte contra los
gobernantes, religiosos y todos aquellos que oprimían al pueblo. La suerte de
Juan sería la misma de los sus antecesores. Por su compromiso con la verdad y
proclamar el designio de Dios será arrestado, silenciado y tendrá un final
trágico (Como sucede con todos los profetas del antiguo testamento, Juan es
martirizado. También ha sucedido en nuestro tiempo, hombres y mujeres que se
comprometen con la vida y la dignidad son silenciados: Gandhi, Martin Luther
King, Oscar Romero, por mencionar algunos). Entonces el movimiento (hoy podríamos llamarlo
occupy Jerusalén, en alusión al movimiento civil occupy Wall Street) se había
quedado sin voz, el líder de la liberación había sido arrestado por los
herodianos y sentenciado a muerte. ¿Qué pasará ahora? ¿Qué hay de su mensaje? ¿Quedará
en el olvido? ¿Seguirá el pueblo como antes o buscará la liberación? Eran
momentos de incertidumbre, fue un golpe duro para los que esperaban en la
liberación, había temor y parecía que todo se les venía abajo.
Llegó Jesús a Galilea[1]
y se puso a proclamar la buena noticia de parte de Dios (ver. 14)
Entonces,
nos dice el evangelista, ¿se acuerdan que en el momento del bautismo Jesús fue
empujado por el Espíritu Santo al desierto? Pues aquí viene. Jesús pasó
reflexionando sobre su misión en la tierra (una cosa que estamos llamados todos
y todas a hacer). Se preguntaba qué
papel le tocaría jugar en esa realidad suya. ¿Qué debía de hacer para aliviar
el sufrimiento del pueblo? ¿Cómo proclamar al pueblo que Dios les ama y que
quiere que vivan bien? Claramente él había reflexionado esto durante mucho
tiempo, pero tuvo su momento de desierto, de soledad, de angustia, de
tentación. Escuchó la voz del Padre que le pedía que mostrara su amor a todos
sus hijos e hijas. Entonces Jesús se alistó al proyecto de Dios e inició su
misión. Proclamaba la buena noticia de parte de Dios, es decir que lo que Jesús
decía era una buena noticia pero aún más profundo es que él mismo era una buena
noticia.
Convencido
de que Dios quiere que el ser humano viva con dignidad y se abra a su amor,
Jesús proclamaba que hoy es posible su reinado. Decía que Dios esta disponible
siempre para la liberación, que su reinado está entre nosotros. Que se ha
cumplido el plazo, que hoy es el tiempo oportuno para dejar a Dios ser Dios. En
otras palabras diría “No mirar a tras” “Dios quiere construir un mundo más
humano” “Ya es tiempo que recapaciten y se vuelvan a Dios” “Ya es hora que sea
él el que gobierne, pues es justo, no como los gobernantes de la tierra” “Pongamos
fin a los que causan dolor y oprimen al más pequeño” “Dios quiere hacer
justicia”
¿De
qué forma sucede esto? Claro está que no
es que Dios toma las riendas del mundo y se pone a hacer el trabajo de los
hombres. Jesús encarna el reinado de Dios, lo hace vida en su vida, presente
con sus acciones, encarnando el dolor y respondiendo amorosamente. Por lo tanto
el reino se hace entre nosotros, se construye, ese el mensaje de Jesús, ese era
el centro de su predicación.
Enmendaos y tened fe en esta buena noticia (ver. 15)
Muchos
traducen conviértanse, pero esta palabra comúnmente tiene un significado
espiritualista de conversión de los pecados. Claro que es importante esto, pero
Jesús habla de cambiar de rumbo, no de irse a confesar o hacer actos de
expiatorios. Es algo más profundo. Cambiar de mentalidad, dejar de hacer el mal
al prójimo, velar por el bien de todos y dejar la indiferencia. Recapaciten y
tengan fe, no dejen que los que nos oprimen tomen también nuestras ganas de
luchar, anímense que Dios está con nosotros, confíen esta es una buena noticia
para todos.
Jesús les dijo: -Veníos detrás de mí (ver. 16)
Jesús
claramente tenía el don de la palabra, sabía hablar tanto a un letrado como a
un niño. Era una de esas personas con las cuales da gusto juntarse porque son
divertidas, irradian alegría, son honestas, sinceras y no ven el mundo blanco y
negro sino un arcoíris de posibilidades y riquezas.
El evangelio
no lo dice, pero seguramente entre estos primeros que escogió debió haber una
gran amistad que luego fue conformándose en misión. Jesús tenía claro que a
Dios le duele la injusticia y que necesario comprometerse de lleno en la lucha
por otro mundo posible. Pero esta empresa no se construye sólo, es un trabajo
colectivo, por ello llama a quienes estaban dispuestos a seguirle.
Y os haré pescadores de hombres (ver. 16)
Conversó
con sus amigos, reflexionaron juntos y les invitó a embarcarse a una tarea
diferente. Les cambió el rumbo de sus vidas. Eran pescadores y por herencia
tenían una barca y una profesión. Eran buenos en lo que habían hecho toda su
vida y ahora Jesús les reta a hacer algo totalmente nuevo. Les invita a que lo
acompañen, a que lo sigan, a que caminen con él. Jesús mismo los busca, no los
espera como el tradicional Rabbí, sino va a su encuentro. Les pide que dejen su
trabajo y se vayan con el para continuar la tarea que el Bautista había
empezado. Es una invitación a la inseguridad.
Les dice
que les hará pescadores de hombres, es decir portadores de esta buena noticia a
los que sufren de hambre, de injusticias, de guerras, de intolerancia. A decirle
al mundo que Dios es amor y ese amor se hace presente hoy. Su misión no sería sencilla, los pescadores
también tenían que atraer peces a su barca, es decir, convencer a otros que están
contaminados por otro tipo de ideologías contrarias al evangelio e invitarlos a
ser parte de la comunidad cristiana. Así inició la primera comunidad de
seguidores de Jesús, los primero cinco en este viaje que los llevaría a lugares
que nunca imaginaron y transformaría su vida entera.
El Evangelio hecho Vida (Reflexión)
El
Profeta Juan y sus seguidores, Jesús King y Romero
Jesús
proclamaba la buena noticia de Dios para la gente de su tiempo. En una
situación de dominación, opresión del imperio y
la religión la gente más pobre en verdad no veía salida. También la
moral y la fe del pueblo estaba quebrantada, los que dominan la esfera política
y religiosa también pueden dominar el ánimo del pueblo. Herodes envió un gran
mensaje a todos aquellos que intentaran pasarse de listos y luchar contra su
poder, capturó al profeta Juan y lo mando a decapitar. Eso desalentó a muchos. Pero
Jesús era uno de esos que aún veían que era posible hacer vida las palabras del
profeta. Inspirado por el Espíritu Santo decide ser fiel a su llamado por Dios
e inicia su predicación.
En nuestro
entorno también sucede que los que tienen poder silencian a los que trabajan
por la justicia. Pero hay algunos que no se dejan vencer y buscan creativamente
resistir en contra del sistema que genera mal. Este es el ejemplo de Martin Luther
King en los Estados Unidos y el de Oscar Romero en El Salvador. Hombres de fe
que fueron fieles a su llamado por aliviar el dolor del mundo comprometiendo
hasta la propia vida por la defensa de los derechos humanos.
Jesús
después de clarificar su vocación proclama la buena noticia la los pobres
La
buena noticia era que Dios esta a favor de los pobres pero no quiere que vivan
en la pobreza. Él y aboga por un cambio de mentalidad, de conversión de todas
las cosas que oprimen al ser humano. Quiere que haya vida y dignidad. Hoy día
para los hombre y mujeres de nuestro tiempo Jesús sigue abogando porque ese
otro mundo sea posible. Hoy es preciso ser buena noticia en una sociedad donde
abundan las malas noticias. Es necesario que los cristianos nos comprometamos
con la misma causa de Jesús. Es un escando que los cristianos no respondamos
como Jesús lo haría ante el dolor de mundo.
Debemos responder amorosamente como Dios manda ante este mundo roto y
oscurecido por el pecado social y la injusticia. Las voces de los que sufren
nos llaman a ir hacia ello y ellas, a proclamar las buenas noticias de Dios.
Invitó
a la conversión
Jesús
pedía un cambio, decía conviértanse, crean y sean fieles a la buena noticia,
sigan la buena nueva. Qué difícil es seguir la buena nueva, que difícil es
cambiar el chip cuando nos hemos acostumbrado a vivir como la sociedad dicta. Esta
sociedad materialista nos bombardea con mensajes anti-cristianos: consumismo y
confort. Acostumbrados a vivir en un sistema que promueve el individualismo, el
consumo desmedido, el goce de la tecnología y bienestar pero pasando por sobre
otros. En los Estados Unidos se promueve el consumo de lo mejor en tecnología,
productos de la mejor calidad, pero todo ello se construye en maquilas en China
o Latinoamérica con mano de obra barata. Los costos del progreso lo pagan los países
subdesarrollados, mientras que en el primer mundo se vive como se quiere sin
importar el dolor de las manos que trabajan para llevar hasta el norte lo mejor
de sus países dejándoles con las sobras y migajas de su propia tierra. Lo peor
de todo es que los cristianos contribuimos a ese sistema sin pensar en las
consecuencias del goce desmedido. Debemos cambiar. Debemos reflexionar de que
forma mis acciones afectan la vida de otros y de nuestra madre naturaleza. También
debemos cambiar todas esas otras injusticias que están a la vista de todos.
Debemos
cambiar nuestro rumbo para poder seguir la buena nueva. Para poder vencer todo
ese mal los cristianos debemos volvernos a Jesús y se mensaje, cambiar y
rectificar. No podemos seguir viviendo como si nada pasara en el mundo. “Despierten
nos diría Jesús, no ven que el mundo se cae en pedazos y ustedes que se dicen
mis seguidores no hacen nada por remediarlo” conviértanse, cambien de rumbo sus vidas y las
de sus hermanos que sufren….
Invitó
a otros a unirse a su barca
Jesús
no se sentó a catequizar primero ni a dar un curso bíblico, él era un hombre de
la acción y el testimonio. Corrió hasta estos y les invitó a seguirle, les
convenció de que hay algo mucho mejor que sentarse a esperar que otros hagan
algo para que el mundo cambie. Hoy necesitamos contagiar a otros de esa alegría
de ir al necesitado con amor y entusiasmo. Ir a ser testigos en el mundo, de
hacernos pescadores de hombres y mujeres. Hoy es el tiempo apropiado para cambiar e ir a
transformar las vidas de otros. Hoy es el tiempo junto para iniciar a
transformar este nuestro mundo lleno de dolor y ser una sola comunidad que
camina por el mundo buscando hacer solo la voluntad de Dios. Hoy es tiempo de
convertirnos en verdadero seguidores de Jesús como lo hicieron los primero discípulos
“Inmediatamente dejaron las redes y se
marcharon tras de él” Dejar que él sea nuestro guía en este turbulento mar
de la vida, ponerlo al frente de todo lo que hagamos. Este es el llamado para
todos los cristianos y cristianas. Este es llamado para la Iglesia toda.
Amílcar Valencia
[1]
Se sitúa en la provincia del norte, Galilea,
alejada del centro religioso y político del país y abierta al mundo pagano. Se
presenta como profeta, transmitiendo de parte de Dios «la buena noticia».
[2]
Comúnmente pensamos que la expresión Reino de Dios se refiere al cielo. Pero no
es así, Jesús no se esta refiriendo a un lugar, sino a un grupo de personas que
se abren a la novedad de la vida conforme Dios quiere. El reino está donde hay
vida y dignidad. Por ello dice “El reino de Dios está entre ustedes” Lc, 17, 21.
También es importante denotar que el reino de Dios tiene dos dimensiones, una
terrenal y otra futura. De la primera es de la que nos habla Jesús y de la que
nosotros podemos participar, de la segunda es esperanza y depende de Dios y el
Dios de Jesús es todo amor.
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