29 de febrero de 2012

2° Domingo de Cuaresma, Marcos 9, 2-10





Proclamación de la buena nueva según San Marcos


2 Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, Santiago y Juan, y los lleva, a ellos solos,aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos, 3 y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, tanto que ningún batanero en la tierra sería capaz de blanquearlos de este modo. 4 Se les aparecieron Elías y Moisés, y conversaban con Jesús.  5 Toma la palabra Pedro y  dice a Jesús: «Rabbí, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías»; 6 –pues no sabía qué responder ya que estaban atemorizados-. 7 Entonces se formó una nube que los cubrió con su sombra, y vino una voz desde la nube: «Este es mi hijo amado, escúchenlo.» 8 y de pronto, mirando en derredor, ya  no vieron a nadie más que a Jesús solo con ellos. 9 Y cuando bajaban del monte les ordenó que a nadie contara lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitará de entre los muertos. 10 Ellos observaron esta recomendación, discutiendo entre sí qué era eso de «resucitar de entre los muertos. »
Palabra del Señor

I Introducción

En este segundo domingo de cuaresma, la liturgia nos propone el texto de la transfiguración de Jesús, texto que leemos en la fiesta del divino Salvador del mundo el 6 de agosto. Durante los domingos del tiempo ordinario habíamos seguido la secuencia narrativa del evangelio de Marcos, sin embargo la secuencia de las lecturas del tiempo de cuaresma y pascua nos apuntan hacia otra dirección. Hemos dado un salto del capitulo uno hasta el nueve.

¿Qué es la transfiguración?
En primer lugar hay que decir que no es una visión de los discípulos. Es una epifanía (manifestación gloriosa). Tampoco es un hecho histórico, es una experiencia de Dios que tienen los discípulos junto con Jesús. En el texto de hoy un paralelo con la teofanía (manifestación de Dios) a Moisés en el Sinaí cuando sube al monte para orar y encontrarse con Dios. El rostro de Moisés “se había vuelto radiante por haber hablado con Yahvé”  (Éxodo 34, 29-30). En el relato del evangelio la transfiguración es una anticipación escatológica[2] y la presencia de Moisés y Elías es la comprobación de la mesianidad de Jesús.[3] Esta manifestación gloriosa es la certeza para los discípulos de quién es en verdad Jesús. En Marcos, esta es una comprensión posterior de los discípulos a la que llegaran sólo después de la muerte y la resurrección (experiencia pos-pascual de fe).

En oración
En el evangelio también Jesús sube al monte para orar, se aleja de los demás y sube. En esta escena no dice que estaban en oración pero nos dice que subió al monte, símbolo de la comunicación con Dios, así como Moisés sube al Sinaí para orar, también Jesús sube al monte en donde se da esta manifestación gloriosa.

Los símbolos en el texto
“Seis días” son una referencia al génesis, seis días trabajó dios en la creación. Seis años de trabajo antes del año sabático.
“Tres discípulos” representa la comunidad cristiana que necesita guía.
“Tres personas importantes, Jesús, Elías y Moisés” en representación de la comunidad celestial.
“Monte” es el lugar del encuentro con Dios (Éxodo 34)
“Vestidos blancos” son la anticipación de la gloria de Jesús después de la cruz.
 “Tres chozas” representan las tiendas del pueblo de Israel, como las chozas que cargaban en el desierto. Es una tendencia a la sedentarización en contraposición con la vida nómada en el desierto. Pedro sugiere quedarse y construir tres tiendas.
“Una nube” símbolo de la presencia de Dios, de vida. Dios caminaba con su pueblo en el desierto, de día como una nube que daba sombra (Éxodo 13).

II Contexto

En los primero pasajes de Mc Jesús había predicado el reino de Dios, sanaba enfermos y predicaba en los pueblos colindantes a Galilea. Pero enfrenta el conflicto con  los religiosos (judíos). Se aleja del pueblo y repiensa su misión. Los discípulos tampoco lo entienden y la gente sólo lo busca porque hace milagros. Finalmente los discípulos (Pedro) lo reconocen como el mesías…ahora es tiempo que ellos comprendan quien es el hijo de Dios. Para afirmar su fe y llevarlos a una comprensión más profunda de su ministerio los lleva al monte y se transfigura ante ellos. Es una afirmación de la vocación de Jesús, de su caminar y es Dios mismo quien lo dice. Jesús no necesitaba de tal manifestación, pero sus discípulos aún no han entendido su mensaje y es necesario que el mismo Dios ratifique la misión de Jesús. Jesús no cambia de camino, los discípulos son retados en el monte a seguirle fielmente.

III El texto

Seis días después
El evangelista no dice después de qué, solo dice seis días después. “Es lo mismo que decir al séptimo día.”[4] En la tradición bíblica el siete es el símbolo de la plenitud. Es decir que en el texto que leímos Jesús llega a un momento de plenitud en su caminar. Lo que aconteció anterior a este pasaje es la crisis de su ministerio, pero hoy llega el fin de esa crisis, hoy se manifiesta su gloria.

toma Jesús consigo a Pedro, Santiago y Juan
Los “Tres” discípulos representan a la comunidad discipular. El autor del evangelio reconoce la cercanía de estos sus discípulos. Pedro (aunque es el discípulo que más se equivoca) le había reconocido como el Mesías. Estos tres son los testigos de la transfiguración y de esta forma participan en el nuevo caminar de Jesús después de la crisis de Galilea. Estos tres discípulos “eran los más duros de cabeza”[5] por ello Jesús los lleva consigo al monte, quiere darles a comprender de una vez por todas su ministerio.

y sus vestidos se volvieron resplandecientes
Estando con ellos Jesús se transfigura en su presencia. La blancura de sus vestidos representa la presencia divina, representa al Jesús glorioso.

Se les aparecieron Elías y Moisés
Llama mucho la atención el orden en que están situados los nombres. Primero nombra a Elías, quien representa la tradición profética de Israel. Con ello nos sitúa también con la misión profética de Jesús por el reino y también el mismo destino de los profetas: persecución hasta la muerte. En segundo lugar nos dice que estaba Moisés, quien como sabemos, representa la ley. “En la tradición judía Moisés es el predecesor del Mesías”[6] Pero ante los dos esta Jesús, como “el hijo de Dios” con lo que nos confirma la superioridad de Jesús. “Todo el antiguo testamento conversa con Jesús: la ley y los profetas”[7]

Vamos a hacer tres tiendas
Pedro aun no comprendía lo que estaba presenciando. Quiere hacer tres chozas, con ello prolongar esta manifestación gloriosa y quedarse ahí. Aun no ha entendido el mensaje, quiere hacer que Elías y Moisés se queden, manifestando a Jesús que es bueno estar aquí. No quiere afrontar la cruz de Jesús y la pasión que ya antes había anunciado (Mc 8, 31-33)

se formó una nube que los cubrió con su sombra
La nube es símbolo de la presencia de Dios (Ex 13, 21). Es la presencia de vida, donde hay una nube hay agua, el agua es vida, donde hay nube hay sombra, la sombra es descanso del sol en el desierto.

«Este es mi hijo amado, escúchenlo.»
Hay un paralelo en el texto con el del bautismo de Jesús. En marcos 1, 11 “Tu eres mi hijo amado, en ti me complazco” denota que Jesús era quien escucho estas palabras de parte de Dios. Aquí sin embargo, son los discípulos quienes escuchan la voz de Dios “Este es mi hijo amado, escúchelo”. Es decir que Dios mismo confirma a Jesús como su hijo, así como han escuchado a la ley y los profetas hasta hoy escuchadle a éste pues es mi hijo. Con ello ratifica la superioridad de Jesús sobre el Antiguo Testamento. En otras palabras diría Dios a los discípulos: “Que no comprenden, a este yo elijo y su misión es proclamar mi reino, a este quiero que escuche no a sus deseos y ambiciones de poder y violencia por el reino.” No es Elías ni tampoco Moisés quienes dicen estas palabras, es Dios mismo. A este quiere que escuchen es el mandato de Dios.

no vieron a nadie más que a Jesús solo con ellos
El antiguo testamento (Ley y los profetas) ya no están, quedan relativizados. No hay nadie más que seguir más que a Jesús, nada tiene valor sino pasa por Jesús. Los discípulos ahora podrán comprender mejor el camino de Jesús. Él ha sido confirmado por Dios mismo como su hijo y es a él a quien se debe seguir. No hay más nubes, ni profetas ni manifestaciones gloriosas, sólo Jesús. Este es un llamado progresivo para seguirle. A bajar del monte e ir al valle, lugar de la misión.

«resucitar de entre los muertos. »
Jesús les pide que no digan nada a nadie, hasta el momento de la resurrección. Pero ellos no entendían, y en su asombro hablaban de que significaban tales palabras.
Esta es la segunda ocasión en la que Jesús anuncia la muerte y resurrección. Pero aún con nube y todo, los discípulos no comprenden.

IV Reflexión

Subir al Monte para ir al valle
Los discípulos suben con Jesús al monte, haya arriba tienen esta experiencia divina, ven a Elías y Moisés, escuchan la voz de Dios que ratifica a Jesús como su hijo. Ellos quieren quedarse ahí y de repente no ven a nadie más que al mismo Jesús quien les invita a bajar del monte. Después de esta experiencia hay que bajar al valle, al mar de Galilea, al mar de gente.

En la oración el cristiano se encuentra con Dios, se reconoce como creatura y pide su misericordia. Jesús oraba al Padre pidiendo aliento en su misión. En la oración se fortalecía y salía para los demás, para sanar a los enfermos, para perdonar los pecadores, para alimentar a las multitudes. Él hace de la oración el momento principal de su misión, la oración es la que lo llama a la misión. Así debe ser la misión del cristiano. Pedro quería quedarse en ese momento de gloria y hacer tres chozas, pero Jesús le urge a bajar del monte, a bajar de la nube para ir a hacerse pueblo con el pueblo. En esto nos enseña que la oración es fundamental para la misión pero una oración que se quede en el interior del ser humano es una pobre oración. La oración, la meditación, la reflexión del cristiano da fruto cuando se hace vida en la vida de la comunidad, del pueblo, de los más necesitados. Jesús nos invita a ir al monte para fortalecer nuestras flaquezas, para fortalecer nuestro compromiso por el reino y luego a bajar al valle, a la vida del pueblo: donde esta el pobre, donde esta el necesitado, donde esta el que necesita consuelo, donde esta el que necesita ánimo, donde esta el que necesita empujones hacia el reino, donde están los que claman por justicia, los  que claman por paz, donde están los que claman por misericordia, los que claman por amistad.

No olvidar la cruz
El camino hacia la pascua es largo y doloroso como lo fue para los Israelitas en el desierto. En este caminar nuestro hacia la liberación también nos abruma la desesperanza de la humanidad. Quizá nuestro propio pecado o el pecado del mundo nos cansan y abruma en el seguimiento de Jesús. El desierto es árido y tentador; desesperante y agotador; quemante por el día y frío por la noche. La cuaresma es un largo proceso para los cristianos hacia el amor y no es raro que nos venza la pereza o la comodidad para reflexionar y meditar nuestro compromiso con Jesús y su llamado hacia la pascua. Hoy la lectura nos motiva, nos anticipa la gloria de la resurrección pero no obvia la realidad de la cruz.

Este es el mensaje de la transfiguración para esta cuaresma: no desanimar, seguir adelante, seguir en oración, seguir el camino del amor aunque más adelante nos espera la cruz. Nos recuerda que aunque será una experiencia dura para Jesús y la comunidad discipular pero no terminará en la muerte en cruz, que lo veremos glorioso en la pascua de resurrección. También nuestra realidad nos reta, nos desalienta. Pero hay que seguir adelante en este camino para ver la resurrección.

V Oración[8]

Dios, Padre y Madre de todos tus hijos e hijas, «que quieres que todos se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad», y que invitas a «escuchar a tu Hijo muy amado», Jesús, nuestro hermano adelantado; haz que cada pueblo comparta con los demás tu Palabra, la que has dado a cada uno de ellos en su propia religión, para que reflejando cada uno un destello de tu luz pluriforme, mutuamente nos iluminemos, y reconozcamos comunitariamente la Verdad plena de tu rostro siempre inabarcable. Nosotros te lo pedimos por Jesús de Nazaret, nuestro hermano, hijo tuyo muy amado.

Amílcar Valencia       


[1] Maximino Cerezo Barredo, Pintor de la Liberación
[2] Schmid Josef, El evangelio según san Marcos pp. 248
[3] Ibíd.
[4] Carlos Bravo, Jesús un hombre en conflicto pp. 150-152
[5] Juan Mateos, Comentario al evangelio de Marcos.
[6] Schmid Josef.
[7] Ibíd.
[8] Servicio Latinoamericano de Koinonia: http://www.servicioskoinonia.org

24 de febrero de 2012

1° Domingo de Cuaresma, Marcos 1, 12-15


Proclamación de la Buena Nueva según San Marcos


12lnmediatamente el Espíritu lo empujó al desierto. 13Estuvo en el desierto cuarenta días, tentado por Satanás; estaba entre las fieras y los ángeles le prestaban servicio.
14Cuando entregaron a Juan llegó Jesús a Galilea y se puso a proclamar la buena noticia de parte de Dios. 15Decía:
-Se ha cumplido el plazo, está cerca el reinado de Dios. Enmendaos y tened fe en esta buena noticia.
Palabra del Señor

I Introducción
Nos encontramos en el primer domingo de cuaresma[1]. La Cuaresma nos capacita para meditar y reflexionar sobre nuestro caminar hacia la liberación. Tiene una dimensión espiritual desde la cual propone al cristiano y a la comunidad caminar hacia el horizonte de la resurrección. La reflexión espiritual es el camino que conduce a la comunidad a salir del circulo de la muerte y  favorece vida, ahí se desarrollan las implicaciones sociales del compromiso pascual de liberación, no se puede quedar con el individúo, debe salir al mundo para impregnar la alegría de la liberación[2].

El evangelio de Marcos que estamos siguiendo en este curso nos presenta el camino de reflexión del mismo Jesús, en el que fue puesto a prueba durante todo su ministerio. Luego de ello sale para predicar la buena noticia.

II Estudio

El Espíritu lo empujó al desierto
El evangelio usa este verbo, empujar. No suena muy amable, es casi forzar a una persona, echar o sacar. Así es el Espíritu de Dios, nos empuja y nos lleva a lugares que no esperamos o no queremos. Jesús se dejó empujar por Dios y lo condujo hacia el desierto, un lugar desolado, inhóspito, sin vida, lugar de tentación. El desierto tiene un gran significado bíblico: para Israel representó el camino hacia la tierra prometida (Éxodo 13, 17-18), también prueba (Éxodo 16, 1-4) y lugar del encuentro con Dios, como uno que enamora a su amada (Amos 2, 16).

Estuvo en el desierto cuarenta días
El número 40 es también simbólico. 40 días duraron las aguas del Diluvio (Gen 9); 40 días permaneció Moisés en el Monte Sinaí (Éxodo 24, 12-18); 40 años estuvo caminando el pueblo de Israel por el desierto antes de entrar en la Tierra Prometida (Éxodo 16, 35); 40 días caminó el profeta Elías en el desierto para encontrarse con Dios en Horeb (1 Reyes 19, 1-18) y 40 días para que se conviertan los ninivitas (Jonás 3, 1-10).

Tentado por Satanás
Durante la historia se nos ha hecho creer que Satanás es un espíritu que tiene poder por sobre todos los espíritus inmundos, el cine y la literatura nos pintan a un ser con horroroso aspecto y poderes sobre naturales. Pero la literatura bíblica no hace referencia a ninguna de esas características. El evangelio de hoy nos dice que es alguien que tienta o que pone a prueba. En génesis es este que pone a prueba a Adam y Eva.
Marcos, aunque fue el primer evangelio en redactarse, no desarrolla las tentaciones de Jesús como lo hacen Mateo y Lucas (Poder, riqueza y fama) más bien se centra en las tentaciones de Jesús durante toda su vida. Después de decir que fue tentado por Satanás nos dirá que las principales tentaciones que tuvo vinieron de los religiosos (Mc 3, 21 ss; Mc 8, 11-12;) y también de sus discípulos (pedro por ejemplo Mc 8, 31-33) Lo veremos en el desarrollo del evangelio, especialmente cuando la situación se vuelve tan tensa para Jesús y su misión que se retira y reorienta su misión.

Entre las fieras los ángeles le prestaban servicio.
La expresión entre fieras tiene dos significados. El primero relacionado con los tentadores. Es decir se encuentra rodeado de quienes lo persiguen y le crucificaran al final de su ministerio. Y el segundo tiene que ver con la visión escatológica del fin de los tiempos en el que el “El lobo y el cordero comerán juntos, el león comerá pasto, como el buey, y la serpiente se alimentará de tierra…” (Isaías 65, 25).

Los ángeles le prestaban servicio.
En el primer libro de los reyes se nos relata como los ángeles le servían al profeta Elías (1 Reyes 19). Aquí el significa más que estaban con el, que Dios esta con el cuando pasa por tentaciones, que no lo abandona, pero no interviene, como tampoco intervendrá a la hora de la cruz.
Se puso a proclamar la buena noticia de parte de Dios
Primero nos dice que después de pasar por las tentaciones, después de encontrarse consigo mismo y sentirse enviado por Dios regreso a Galilea. Ya habían arrestado a Juan, entonces se puso a proclamar la buena notica de parte de Dios. Que Dios ama y ama a todos y quiere que sus hijos e hijas vivan con dignidad. Jesús comprende que el ser humano ha ido en direcciones diferentes a las de Dios, por ello proclama que Dios quiere conducir a todo el pueblo por sendas de justicia y con la mirada puesta en Dios.

Está cerca el reinado de Dios
Dios esta disponible siempre para la liberación, que su reinado está entre nosotros. Que se ha cumplido el plazo, que hoy es el tiempo oportuno para dejar a Dios ser Dios. En otras palabras diría “No mirar a tras” “Dios quiere construir un mundo más humano” “Ya es tiempo que recapaciten y se vuelvan a Dios” “Ya es hora que sea él el que gobierne, pues es justo, no como los gobernantes de la tierra” “Pongamos fin a los que causan dolor y oprimen al más pequeño” “Dios quiere hacer justicia”

III Reflexión
En este tiempo de Cuaresma el evangelio nos propone cambiar de rumbo, de tener fe en la buena noticia y convertirnos. De seguro hay muchas cosas que debemos de convertirnos. A nivel personal cada uno vamos acuñando males que nos dañan y dañan a otros, hoy es tiempo oportuno para entrar den relación personal, en meditación y oración a Dios para que nos ayude con nuestras propias debilidades que no nos dejan ver su buena noticia y trabajar por el reino.

En esta cuaresma rompamos con la rutina de nuestra vida, trabajo, distracciones y sobre todo indiferencia a la llamada de Dios a trabajar por su reino. El tiempo de cuaresma es oportuno para revisar nuestro compromiso en el seguimiento de Jesús. Cambiemos de rumbo y reflexionemos sobre nuestra vocación de servicio y solidaridad. Entremos en nuestro propio desierto y visualicémonos ante Dios, a poner atención a su llamada y salir a dar amor para los demás.

Los ritos exteriores nos pueden ayudar a reflexionar, pero lo más importante es el cambio de actitud y transformación del corazón. Este es un llamado a dejarnos guiar por el Espíritu como lo hizo Jesús y vivir a plenitud nuestra vida reflejando amor cristiano en el mundo. En esta preparación para la pascua escuchamos el evangelista que nos plantea de cómo Dios acompaña a Jesús también nos acompaña a nosotros. Dios es quien pone su esfuerzo para llevarnos hacia él, el viene a nosotros que nos pide conversión. No se trata ver si Dios quiere perdonarnos sino de escuchar su llamamiento y aceptar la oferta de la liberación.  De esta forma también podremos salir como Jesús a proclamar la buena noticia. Si nos abrimos a la propuesta de Dios también seremos buena noticia.

Jesús no sólo tuvo un tiempo de tentación, en todo su ministerio experimentó la tentación. Pero él afrontó todas las prueban con el Espíritu de Dios, como él nosotros también debemos afrontar nuestra existencia desde el Espíritu de Dios, desde lo bueno que hay en nosotros.

IV PLEGARIA[3]

Huiste, Señor, lejos de los centros de poder,
cuando apresaron a tu maestro.
Y tomaste el relevo de su carrera
por un camino distinto,
después de adentrarte en el desierto de las grandes decisiones.

Invítanos a hacer un desierto íntimo en medio del mundo,
un tierra virgen de oración y misericordia.

Empújanos después a entrar resueltamente por tu camino,
esa cuesta empinada de tus andanzas,
en la que se suda, sí,
pero se respiran aires nuevos de fraternidad.

Porque el plazo se ha cumplido
y el Reino de Dios está amaneciendo cada mañana.
Y toca día a día el timbre de nuestras casas,
como un mendigo imperturbable,
para invitarnos a sumarnos a la causa.

Y cuando te abrimos la puerta,
tú nos llevas a tu tierra,
la tierra de tus amores,
los endemoniados, leprosas, paralíticos y marginadas,
a empujar ese Reino que nos parece una ilusión,
pero que avanza paso a paso
en los pies y los corazones
de quienes te creen
y siguen tus huellas.

Amílcar Valencia


[1] Para leer nuestra reflexión sobre la cuaresma visita mi blog: http://evangelioyvida.blogspot.com/p/hacia-la-pascua-de-resurreccion.html
[2] Ibíd.
[3] Patxi Loidi

21 de febrero de 2012

Hacia la Pascua de Resurrección-Reflexiones sobre la Cuaresma


Hacia la pascua de Resurrección
REFLEXIÓNES SOBRE LA CUARESMA

Los cristianos católicos y las otras Iglesias que siguen el leccionario celebramos con mucho fervor este tiempo de cuaresma. Nos preocupamos mucho por seguir los valores que la tradición nos propone: limosna, ayuno, oración, sacrificios y penitencia. Todo ello porque encontramos en ellos elementos que nos preparan para la más grande de las celebraciones litúrgicas en nuestra Iglesia “La Pascua de Resurrección”.

La Cuaresma como preparación para la Pascua.
La Pascua es una celebración Judía que tiene su origen en la liberación de Israel del dominio del imperio Egipcio. Es el anticipo de la liberación del a servidumbre, la salida y la celebración de la primera pascua en la tierra prometida: Recuerda  este día en que ustedes salieron de Egipto, de la esclavitud, pues con mano fuerte los sacó Yahvé de aquí…” (Ex 13,3-10)

En la noche de la liberaciónón, los Israelitas debían de ofrecer un cordero en sacrificio y rociar las con la sangre las puertas de las casas para que el espíritu del Señor pasara de largo en las casas que cumplieran con el rito.[1] Para los cristianos hoy, también la celebración de la pascua tiene el mismo sentido de liberación. Nosotros creemos que Jesús es nuestro liberador que se entregó por la causa del reino liberándonos del pecado que produce muerte. Con su resurrección declaró que la muerte no tiene la última palabra, que Dios es resurrección y vida, también nosotros hemos de resucitar, aun cuando en nuestro mundo actual el panorama sólo anticipe muerte. Es un elemento pedagógico de la Cuaresma, no es fácil llegar a la Pascua, hay que pasar por muchas tentaciones, como las pasó Israel por el desierto, los cristianos también experimentamos esas tentaciones en nuestra vida que nos limitan en el compromiso en la búsqueda de la resurrección.

Por ello la Cuaresma nos capacita para meditar, reflexionar sobre nuestro caminar hacia la liberación. Tiene una dimensión espiritual desde la cual propone al cristiano y a la comunidad caminar hacia el horizonte de la resurrección. La reflexión espiritual es el camino que conduce a la comunidad a salir del circulo de la muerte y  favorece vida, ahí se desarrollan las implicaciones sociales del compromiso pascual de liberación, no se puede quedar con el individúo, debe salir al mundo para impregnar la alegría de la liberación.

El nuevo éxodo
Como el pueblo de Israel caminó por el desierto toda una generación hasta llegar hacia la tierra prometida, los cristianos caminamos durante 40 días para llegar a la pascua de resurrección. Jesús, luego de su bautismo y ser empujado por Espíritu al desierto, retoma la misión del Bautista y anuncia la llegada de un Reino definitivo en el que el amor de Dios (Mc 1, 14 ss.)

Igual que durante el éxodo de la servidumbre, el éxodo que nos propone Jesús nos empuja a romper con la servidumbre de la violencia, la marginación y el empobrecimiento. El nuevo éxodo nos recuerda nuestra vocación primera de ser cada día más humanos y, por lo mismo, imágenes más fieles del creador.[2]

La invitación: Renovación del ser humano.
Que el ser humano tenga vida y vida plena es gran deseo de Dios (Jn 10,10). Pero para nos llama a la conversión “Conviértanse y crean en Evangelio” (Mc 1,15b). Porque en nuestra vida vamos cargando con males que no nos permiten ser felices: odios, envidas, egoísmo, rencores, soberbias y toda clase de males personales. Pero también existen aquellos males estructurales presentes en nuestra sociedad. La vida del cristiano debe reflejar su cambio personal y también su compromiso por el cambio social. La renovación nace de la persona y desde ella debe llegar a remediar los males de nuestro mundo. Es importante la conversión interior, pero hay que preguntarnos para qué convertirnos interiormente sino es para convertir el entorno que nos rodea. Una conversión que sólo medie el interior no es una verdadera conversión “a vino nuevo vasijas nuevas (Mc 2, 22). Una conversión verdadera es la que desde su renovación interior hace brotar un proceso de búsqueda de la verdad, de la justicia y que propicie el Reinado de Dios. Es romper las cadenas que atan al pueblo y dar vida proclamando la buena noticia a los pobres.

Vivir la Oración
La oración es el lugar donde nos comunicamos plenamente con nuestro Dios, Padre y Madre. Los evangelios nos relatan como Jesús oraba “De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, y salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración” (Mc 1,35).

Pero es también importante recalcar que la oración de Jesús no estaba desconectada de la vida, está integrada a su vida y su misión: Bendice los panes y pescados en la multiplicación de los panes (Mc 6,41) y luego de la multiplicación y de esa jornada de enseñanza al pueblo se va al monte a orar (Mc 6, 46); antes de curar al sordomudo mira al cielo y suspira conmovido (Mc7, 34); aclara que no se puede superar el mal sin la oración (Mc 9, 29); ante la adversidad y el conflicto se retira a orar en Getsemaní para buscar la voluntad del Padre (14, 32 ss.) Al inicio de su vida pública, en el momento de su bautismo se encuentra en oración (Lc 3, 21) y se retira al desierto y ora durante 40 días (Lc 4, 1-2); antes de elegir sus discípulos sube al cerro y pasa la noche en oración (Lc 6, 12-13); sus discípulos piden que su maestro les enseñe a orar (Lc 11, 1); les enseña a orar diciendo Abba, Padre (Lc 11, 2) y a que sean humildes en la oración  (Lc 18,9-ss)

Por lo tanto la oración de los cristianos ha de ser cómo la de Jesús. Hablar con el Padre, dar gracias, pedir fortaleza en los momentos difíciles y conectar esa oración con la vida cotidiana. En la oración estamos invitados a conmovernos como Jesús ante la realidad. Sentir la realidad, dejar que nos hable, dejarnos interpelar por ella.[3] Entonces entenderemos las consecuencias de la oración, que es la praxis. Jesús, siempre oraba y siempre estaba en acción a favor de los necesitados. Así, en la praxis se nota si nuestra oración es verdaderamente cristiana y no a la inversa, como se suele pensar, si se ora mucho se es  buen cristiano. Por lo tanto una oración que no vaya acompañada de una praxis es una pobre oración. No es una oración como la de Jesús. En este tiempo de cuaresma hemos de preguntarnos si nuestra oración es como la de Jesús.

La Oración y la Misericordia
La oración y la misericordia van acompañadas, son complementarias. La misericordia va mucho más allá de la limosna. Es sentir con el otro. Hacerse con el dolor del otro. Los evangelios nos dicen que Jesús sintió misericordia, compasión de la gente: “vio a mucha gente y sintió compasión de ellos pues estaban como ovejas que no tenían pastor…”  (Mc 6,30). Para nosotros a veces resulta más fácil brindar ayuda pero no implicarse con los sufrimientos de los demás. La caridad es necesaria pero los cristianos estamos invitados a dar más. A sentir el dolor de los demás e implicarse en sus luchas por conseguir vida digna. Jesús nos llama a atender al que está tirado en la calle, nos llama a volvernos Samaritanos (Lc 10, 29ss). Pidamos pues, en nuestra oración que el Señor nos aumente en nosotros la misericordia.

A derrotar el egoísmo que no nos deja compartir los bienes como hermanos
El ayuno para los judíos se entendía sólo como una práctica externa. Por ello se extrañaban que Jesús disfrutaba de las fiestas y las comidas con sus discípulos: “¿por qué tus discípulos no ayunan?” (Mc 2, 18-22; Mt 9,14-17; Lc 5, 33-39). Incluso Jesús advierte sobre el ayuno “Cuando ustedes ayunen no pongan cara triste como lo hipócritas…” (Mt 6, 16).

El ayuno debe ser una opción de vida. Es decir, no sólo una práctica aislada y temporal, sino insertada en la realidad de la comunidad y constante. Nuestro ayuno debe ir más allá de las prácticas externas, deben reflejar los valores de la nueva humanidad propuesta por Jesús de Nazaret, el reinado de Dios entre nosotros. En un mundo donde el 10% de la población tiene acaparado el 90% de las riquezas y el otro 90%  sólo tiene el 10%, el ayuno y la misericordia son necesarios. También no podemos pedir a los pueblos que históricamente han vivido el ayuno ayunar en cuaresma. Los cristianos debemos trabajar para que no haya más ayunos obligados para los pobres luchando contra el sistema que produce pobreza y hambre, siendo signos visibles del amor cristiano. El ayuno que a él le agrada es que hagamos nuestra opción por los pobres. Elegir vivir como pobres (Mt 5, 3) y desde nuestra pobreza compartir nuestros bienes. Así viviremos el ser cristianos, desde la praxis comprometida y no desde los ritos externos.

También la jerarquía de la Iglesia esta llamada al ayuno, no se puede predicar el evangelio cuando se acumulan riquezas, no se puede servir a dos señores (Mt 6, 24) La sociedad toda esta invitada al verdadero ayuno que agrada al señor, no limosnas, no austeridades, solo dar lo que se debe por justicia. Este es el ayuno que  agrada al Señor: “El ayuno que yo quiero es esté: que sueltes las cadenas injustas, que desates las correas del yugo, que dejes libres a los oprimidos, que acabes con  todas las opresiones que compartas tu pan con el hambriento, que hospedes a los pobres sin techo que proporciones ropas al desnudo y que no te desentiendas de tus semejantes” (Isa 58,6-9). Entonces, sólo entonces enfatiza Isaías, clamaras al Señor y te dirá “Aquí estoy”

En conclusión
La cuaresma, como hemos dicho, es la preparación de los cristianos para la pascua de resurrección. Es la celebración del misterio de la muerte y resurrección de nuestro Señor. Desde la oración y la meditación tomamos fuerzas para que nuestra vida refleje el amor cristiano. Compartimos con el mundo nuestros bienes desde la opción por la pobreza. La cuaresma es una invitación a asumir en nuestra vida diaria los valores del evangelio: solidaridad, amistad, acogida al forastero, lucha contra el mal social, acompañamiento, sentir con los que sufren y la lucha por la justicia.

Que esta cuaresma sea un espacio para reflexionar sobre nuestro ser cristianos. Pedir al Señor entrañas de misericordia y preguntarnos, como San Ignacio de Loyola ante el Cristo Crucificado, ¿Qué puedo hacer por ti? Preguntarnos, ¿Cómo puedo bajarte de la cruz hermano que sufres? ¿Cómo vivo todos los días de mi vida los valores de tu reino? Y tengámoslo por seguros que el Señor os responderá como en Mateo 25,40 “cuanto hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicieron”


Un saludo fraterno,
Amílcar Valencia,
Cuaresma 2012


[1] Éxodo 12,21-28
[2] Diario Bíblico 2011
[3] Sobrino, La oración de Jesús y el Cristiano

15 de febrero de 2012

7° Domingo del Tiempo Ordinario, Marcos 2, 1-12


Proclamación de la Buena Noticia según San Marcos

1Entró de nuevo en Cafarnaún y, pasados unos días, se supo que estaba en casa. 2Se congregaron tantos que ya no se cabía ni a la puerta, y él les exponía el mensaje.
3Llegaron llevándole un paralítico transportado entre cuatro. Como no podían acercárselo por causa de la multitud, levantaron el techo del lugar donde él estaba, abrieron un boquete y descolgaron la camilla donde yacía el paralítico.
5Viendo Jesús la fe que tenían, le dice al paralítico:
-Hijo, se te perdonan tus pecados.
6Pero estaban sentados allí unos letrados y empezaron a razonar en su interior:
7-¿Cómo habla éste así? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios solo?
8Jesús, intuyendo cómo razonaban dentro de ellos, les dijo al momento:
-¿Por qué razonáis así? 9¿Qué es más fácil, decirle al paralítico «se te perdonan tus pecados» o decirle «levántate, carga con tu camilla y echa a andar»? 10Pues para que veáis que el Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados... -le dice al paralítico:
11-A ti te digo: Levántate, carga con tu camilla y márchate a tu casa.
12Se levantó, cargó en seguida con la camilla y salió a la vista de todos. Todos se quedaron atónitos y alababan a Dios diciendo:
-Nunca hemos visto cosa igual.                             
Palabra del Señor

I INTRODUCCIÓN
Estamos en el séptimo domingo del tiempo ordinario y continuamos leyendo el evangelio de Marcos. Ya hemos leído el capítulo uno, hoy avanzamos en este camino que la liturgia nos ofrece para reflexionar sobre Jesús y su ministerio. En esta ocasión el texto se centra en el perdón de los pecaos de un paralitico, hecho por el cual los letrados quedan fríos y acusan a Jesús de blasfemia. Este texto refleja el inicio del conflicto de Jesús con las autoridades judías, los siguientes textos nos presentarán el conflicto progresivo entre Jesús y la autoridades hasta el punto que amenazan a Jesús de muerte (Mc 3,6)[1] Veamos el texto primero y luego lo ponemos a la luz de nuestra realidad.




II EL TEXTO
Esté texto cuenta en sí con muchos símbolos. Veamos algunos: La casa en la que están representa la casa de Israel a la que todos quieren entrar pero esta llena, sólo los que cumplen y llegan primero entran; el pueblo aglomerado afuera representan aquellos que no tienen acceso a Dios porque la religión bloquea su acceso a Dios; la enfermedad o parálisis de aquel hombre representa el pecado social que no permitía al pueblo acercarse a Dios;  los cuatro hombres representan los cuatro puntos cardinales y significa la universalidad del mensaje Jesús, “representan la humanidad no israelita, que viene en busca de salvación. Jesús les ofrece esa salvación dándoles la misma vida que a los judíos”[2]. La muchedumbre apelotonada, les impide llegar hasta Jesús. Israel que había sido cauce de salvación, es ahora el obstáculo para alcanzarla. El pueblo elegido (la puerta), está ahora obstruida, no permite el paso.

III ESTUDIO
Entró de nuevo en Cafarnaún y, pasados unos días, se supo que estaba en casa
Siguiendo la secuencia narrativa del capitulo uno, el redactor inicia este pasaje diciéndonos que Jesús había regresado a Cafarnaún (no dice después de cuanto tiempo). Cafarnaún es el lugar donde la gente acoge su ministerio de Jesús pero luego éste tiene que ocultarse por su relación con un leproso y porque la gente lo seguía a todos lados de la ciudad. Él salió de Cafarnaún hacia las otras ciudades de Galilea para predicar la buena noticia del reino de Dios (Mc 1,39). La familia de Pedro alojaba a Jesús luego de sus viajes por las ciudades vecinas (Mc 1, 29-31). Jesús regresa y quería pasar desapercibido por los demás pero la gente supo que Jesús estaba en casa (de nuevo se refiere a la casa de la suegra de Pedro) y se congregaron tantos que ya no cabían en la casa. Todos estaban fascinados por conocerle y oírle hablar del reino de Dios.

Él les exponía el mensaje
Jesús ha vuelto a la ciudad y continúa con el mensaje del reino de Dios. Obviamente después de reflexionar su ministerio sobrepasando la tentación de la fama y poder Jesús predica el mismo mensaje del amor de Dios pero no con sentido nacionalista sino universal, por ello va a predicar a otras regiones. La gente acudía a él en masa, por ello Jesús debe exponer con claridad el mensaje para que todos lo entiendan y caigan en la cuenta de una vez por todas lo que quiere Dios para la humanidad.

Llegaron llevándole un paralítico transportado entre cuatro
Cuatro personas llevan cargando a uno que no puede movilizarse por sí mismo, probablemente eran sus familiares (hijos) o sus amigos que querían que este conociera a Jesús. “El paralítico viene también a escuchar a Jesús, no viene a que lo cure. Para los judíos la parálisis es una enfermedad incurable por entero.”[3]

Abrieron un boquete y descolgaron la camilla donde yacía el paralítico
Hay que destacar el ingenio de estos cuatro hombres, aunque se les niega la entrada a la casa porque no cabía ni una pulga, estos se animan a subirse al techo y abriendo un agujero descuelgan al paralítico. Para comprender esto es necesario saber la arquitectura básica de las casas del siglo primero. Generalmente había una escalera por la parte de afuera desde la cual se podría subir al techo de la casa, de esta forma es como estos ingeniosos hombres suben al paralítico hasta el techo. ¿Se imaginan la rabia que debió haber sentido Pedro al darse cuenta que unos extraños se subieron al techo y le abrieron tremendo hoyo? Se prueba ante todo que estos hombres tenían fe, que tenían confianza del poder de Jesús y de su voluntad de ayudar[4].

Viendo Jesús la fe que tenían, le dice: -Hijo, se te perdonan tus pecados
Lo llama hijo, reconociendo la fe del hombre y porque éste muestra su deseo de adherirse al mensaje de Jesús. Por ello brotan las palabras de Jesús de perdón de los pecados. Es notable el hecho de hablar del perdón de los pecados por parte de Jesús es un rechazo a la creencia de los judíos que pensaban que una persona sufre en esta vida es por los pecados que ha cometido  o por los pecados de su familia. Que era Dios quien castigaba al ser humano con enfermedades. Jesús libera a aquel hombre de esas creencias y le aclara que Dios no tiene nada contra él, tus pecados no son tenidos en cuenta. Es una manera excelente de expresar lo que es el perdón de Dios. Tu actitud presente es lo importante. Lo anterior no cuenta para Dios. No debe contar tampoco para ti[5].

¿Quién puede perdonar pecados más que Dios solo?
Jesús con naturalidad aclara al hombre que Dios no tiene nada contra él. Pero los letrados, que representan la doctrina oficial que dominaba al pueblo, escucharon las palabras de Jesús y no aceptan que un hombre pueda hablar así, entonces  acusan a Jesús de blasfemia porque éste quiere tomar el lugar de Dios. Estos son los adversarios de Jesús y he aquí que inicia la persecución por el reino, ellos ahora lo observan, pues ven en peligro la credibilidad de la autoridad judía y el derrumbe de las exigencias que ellos han hecho cargar al pueblo.



¿Qué es más fácil, decirle al paralítico «se te perdonan tus pecados» o decirle «levántate, carga con tu camilla y echa a andar»? 
Si ponemos atención nos damos cuenta que lo que está en cuestión no es el milagro en sí, sino las palabra que Jesús dice, lo que sale de la boca de Jesús es lo que los letrados cuestiona.

Pues para que veáis que el Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados...
Los letrados creían que sólo se pueden perdonar los pecados de dos formas, mediante la purificación en el templo ofreciendo sacrificios  y también por el esfuerzo personal del pecador con ayunos, oraciones y penitencias; pero nunca que un hombre perdone los pecados de otro, eso sólo lo puede hacer Dios. Pero Jesús les reta, ¿Qué es más fácil decir “Se te perdonan tus pecados o anda, levante?” Pues para que vean que el hombre puede hacer las dos cosas perdona los pecados del hombre y lo levanta. “El razonamiento de Jesús es el siguiente: Al curar la parálisis, que es absolutamente incurable, les demuestro que lo que a ustedes les parece imposible, perdonar pecados, es posible para un hombre. No sólo Dios perdona los pecados. El hombre está autorizado para perdonar pecados.”[6]

-A ti te digo: Levántate, carga con tu camilla y márchate a tu casa
Aquí hay un paralelo entre la curación de la suegra de pedro y el paralítico. El evangelista usa el mismo verbo en los dos casos: Levantar, que como hemos dicho significa los mismo que resucitar[7] en griego. Perdonar y curar son dos cosas que van unidas, también aquí hay mucha similitud con el leproso, al leproso lo limpia, es decir que le restituye la amistad con Dios y le devuelve la vida, lo resucita lo mismo sucede con el paralítico. Tanto el leproso como el paralítico eran considerados incapaces, inservibles, muertos. Pero Jesús les da vida a ambos, los levanta. Entonces el hombre se levantó y se fue a su casa por su propia cuenta, ya no existe la causa, “el pecado”, han sido pasados por alto por lo tanto tampoco existen los efectos, la invalidez. “Nada se hubiera conseguido si hubiera quitado el efecto sin eliminar la causa.”[8]                                                                                                                                        

-Nunca hemos visto cosa igual
Toda la gente queda admirada, lo que nunca habían visto es que un hombre perdonara los pecados, se admiran por el hecho del perdón y eliminación de los efectos. Claramente Jesús creía que Dios no impone enfermedades a los que se portan mal, por ello le perdona y lo levanta. El hecho que el inválido se levante y salga caminando hace callar a todos incluyendo a los letrados

IV REFLEIXÓN
El evangelio nos ha situado ante un hecho singular en el nuevo testamento, el perdón de los pecados, este es uno de los pocos textos en los que Jesús relaciona el perdón de los pecados con una sanación. Como hemos visto en el estudio detallado de este texto encontramos muchos elementos de los cuales podemos reflexionar. Vamos a destacar algunos de estos.

Cargar a los inválidos
Los cuatro hombre del evangelio, ingeniosos y testarudos a la vez, no aceptan un no como respuesta para que el paralítico pudiera ver a Jesús. Estos hombres representan a todos aquellos y aquellas que ingeniosamente cargan con los que no pueden caminar y los conducen por sendas de liberación. Tienen gran fe y esa fe les mueve a hacer lo inesperado para que el inválido vea al maestro. Estos hombres nos invitan a dos cosas, la primera a la fe, a echarse a los hombros aquellos tienen los pies tullidos. La segunda a la creatividad en la búsqueda del reino. Hay muchos en nuestra sociedad que no saben que Dios les ama y que no toma en cuenta lo que han sido, no ven que Dios esta llamando a todos hacia él para liberarlos, por ello es necesario que otros lleven en camillas o empujen a esos que se han quedado estancados y no ven que la el reino de Dios es posible hoy.

El perdón de los pecados
El mensaje de Jesús es claro, Dios no perdona los pecados, él es el perdón, al igual que Dios no ama, Dios es amor. Él siempre perdona y siempre esta perdonando, no tiene en cuenta nuestras faltas. Dios no es como los seres humanos, Dios perdona y ama como Dios. No esta enojado con nosotros, no castiga al ser humano por los pecados sólo espera con paciencia que reconozcamos su amor. En ese sentido el pecado es rechazo del amor de Dios, rechazo de si mismo y negación del otro. Cualquier acción en contra de otros que dañe es pecado, porque es negación de la propia humanidad y la del otro, es negación del amor de Dios (de la imagen de Dios) depositado en cada individuo y es necesario que alguien nos perdone, como lo hace Jesús en el evangelio. Pero también Jesús hoy nos dice que los ritos para el perdón no son lo más importante, la comunidad, el hombre (el ser humano) puede perdonar los pecados, puede liberar al hombre de las cargas que no le dejan ver el amor de Dios, cualquiera puede perdonar los pecados cuando convence al otro que Dios le ama. En este sentido, no hay una autoridad autorizada para perdonar los pecados, todos estamos autorizados para perdonar los pecados.

Perdón y liberación
La enfermedad de aquel hombre lo ha postrado en cama y esta obligado a depender de otros para movilizarse. Por estar enfermo seguramente es rechazado, y es tenido por impuro y pecador, entonces Jesús lo levanta, le da vida[9]. Hoy también hay muchos en nuestra sociedad que están postrados en cama como efecto de una enfermedad o inválidos porque el sistema injusto hace inerte a los hombres y mujeres incapacitándoles a ponerse de pie. El sistema económico y la religión enferma el espíritu de los más vulnerables con ideologías conformistas y de auto repulsión no permite que el pobre vea el horizonte del reino. Así lo  dijo un expresidente de mi país en su discurso a la nación “los pobres nacieron pobres y morirán pobres”. Esa ideología es la que ha condenado a los pueblos latinoamericanos a la inmovilidad, justificando el triunfo de los grandes sobre los más pequeños, justificando la brutalidad del mercado y ofreciendo migajas a los pobres. También el hombre del evangelio vivía bajo esta opresión ideológica que desgraciadamente estaba reforzada por la religión. Jesús libera a aquel hombre de ese pensamiento absurdo y lo pone a caminar, a ser partícipe de su propia historia, a ser protagonista y no espectador. Le devuelve lo que la religión le había quitado, las ganas de caminar, las ganas de luchar. Jesús desenmascara a esa falsa religión que obliga a los demás al conformismo y resignación. A esa religión que adormece conciencias y condena a los pobres al sufrimiento en la tierra porque en el cielo tendrán recompensa. Jesús deja muy en claro que Dios quiere que este hombre viva y que el reino no es un lugar al que todos van si sufren en la tierra, que el reino de Dios se hace aquí y ahora, que no hay faltas que Dios no puede perdonar pero es necesario quitar el velo que la religión ha puesto sobre los cristianos para que vean de verdad el Amor que es Dios mismo.


V EXPERIENCIA
Mi esposa y yo hemos visitado muchos inmigrantes detenidos en Stewart Detention Center (Centro de Detención para inmigrantes que esperan su deportación) y hemos conversado con ellos sobre muchos aspectos referentes a su detención y las condiciones en las que se encuentran. Con los voluntarios de El Refugio ofrecemos visitar humanitarias, hospedaje y alimentación para los familiares que van hasta el sur de Georgia (un lugar remoto y desolado). Nos damos cuenta de los tratos que la compañía CCA (por sus siglas en Inglés Corporación de Corrección de América) da a los inmigrantes detenidos. Están apuñados y en condiciones inhumanas, sabemos de amenazas por parte de los guardias, violencia psicológica, mala alimentación, condiciones insalubres, poca o nula atención médica y criminalización de los inmigrantes. La mayoría de estos no han tenido nunca problemas con la ley en los Estados Unidos, su único delito es haber tenido hambre y emigrar. Son puestos en deportación por una falta leve de transito. A todos los malos tratos que sufren en el centro de detención  se suman la separación familiar, dejando de ver a sus hijos, esposa, dejando desprotegida a la familia económicamente y con deudas en sus esfuerzos por sacarlos de detención. La mayoría, tristemente son deportados a países con situaciones terribles. Muchos de ellos llegaron a los este país cuando eran niños, no conocen el país al que van, no saben como sobrevivir ahí.
Durante nuestras visitas como voluntarios de El Refugio, nos damos cuenta que ellos por lo menos tiene servicios religiosos. De esto queremos hacer una comparación con el evangelio de este domingo. Los pastores y sacerdotes que brindan servicios en este centro de detención hacen una buena labor llevando palabras de aliento a aquellos que la necesitan. Pero detrás de todo esto hay una teología del pecado que hace mucho daño a los detenidos. Les hacen sentirse pecadores, que están pasando por esa horrorosa situación porque han pecado. Sacan a relucir los vicios de los inmigrantes y con ello les culpabilizan a ellos de su destino. Les dicen que todo esto es parte del plan de Dios, que están ahí por una razón, porque Dios lo quiere. Lo más triste es que son los mismos latinos que llevan este mensaje de opresión a los detenidos. Estos pastores y sacerdotes que promueven este absurdo mensaje no están haciendo más que alimentando y justificando el sistema que exprime al inmigrante.

¡No! Dios no quiere que sus hijos sufran, no tiene planes de salvación de almas. Dios quiere liberar al ser humano completo y no propone el sufrimiento para la liberación. Todos estos que predican una mal teología de la cruz no hacen más que dar la razón a los que oprimen. Dan la razón al gobierno de los Estados Unidos para seguir deportando, separando familias, dan la razón a las corporaciones que se lucran del dolor y la miseria de los inmigrantes. Hoy queremos decir que ellos no tienen la razón, los pobres, los inmigrantes tiene la razón. Jesús quiere también levantar a estos hombres de las culpas que la religión y el sistema les imponen. Toda religión que predica el sufrimiento como elemento necesario para la salvación no esta de acuerdo con el mensaje de Dios, es una falsa religión, adoran a un falso Dios[10].


VI MEDITACIÓN-CONTEMPLACIÓN[11]
¡Tus pecados están perdonados!
En el momento que te lo creas de verdad,
toda tu vida cambiará radicalmente.
La preocupación más fuerte y más paralizante se desvanecerá.


Amílcar Valencia


[1] Schmid Josef “El Evangelio según san Marcos” pp. 84
[2] Fray Marcos en http://www.feadulta.com/Ev-mc-02-01-12-MR.htm
[3] Juan Mateos S.J. “Comentario al evangelio de Marcos”
[4] Ibíd.
[5] Fray Marcos
[6] Juan Mateos S.J.
[7] Charpentier Etienne “Para leer el nuevo testamento” pp. 81
[8] Fray Marcos en http://www.feadulta.com/Ev-mc-02-01-12-MR.htm
[9] Sevicio Biblico Latinoamericano de Koinoía
[10] No negamos el sufrimiento en la lucha por la justicia, negamos la teología del sufrimiento como medio para alcanzar la salvación. El sufrimiento que viene por una lucha comprometida por la justicia es lo que el mismo Jesús experimentó y es consecuencia de su oposición al sistema que oprime, no es algo que Dios quiere.
[11] Fray Marcos